lunes, 18 de marzo de 2013

De heridas y sangre.



Mi sangre cae en forma de palabras.
¿Es sangre? No lo sé. La sangre es roja, es húmeda… éstas palabras podrían estar rojas, pero las veo negras. Quizá he perdido la noción de los colores, la noción del tiempo, la noción de mí y la noción de él.
Cuando el papel termine teñido de mi herida, seguramente habré muerto ya.
Me hipnotiza el desgarro de mi pecho; las frases brotan como si me nacieran de la piel.
El silencio y las lágrimas arden poco menos a sus últimas palabras. Le otorgan dulzura al dolor; estoy enferma… Ahora vienen las alucinaciones…
Nos veo juntos.
¿O acaso son recuerdos?
Creo que mi herida echa pus… no, sólo expulsa verdades. Soy alérgica a ellas.
…gemido… ¿Suspiro o expiro?
Ya no importa.

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